miércoles, 17 de abril de 2013

Archaeology in the U.K.

¡Hola!

El final de marzo y el principio de abril ha venido repleto de eventos arqueológicos. El primero un fin de semana de excavación en el jardín amurallado de Amisfield, a las afueras de Haddington dirigida por David Connolly, director de "British Archaeological Jobs Resource". 

Cristalera interior de St Mary's

El sábado antes de ir a la excavación hicimos una parada en St. Mary's Parish Church en Haddington, aprovechando que estaban trabajando en ella unos expertos en grafitos, de modo que les ayudamos a buscar y acabamos encontrando algunos grabados en el siglo XIX y alguna que otra marca de masonería. St Mary's es la iglesia más larga de toda Escocia y es de un estilo gótico temprano, aunque ha sido reformada muchas veces.  
El cementerio nevado.
 El exterior es digno de observar por la infinidad de marcas de proyectiles en sus paredes. Nos cayó una buena nevada viendo los boquetes de bala en los muros, que se remontan al siglo XVI cuando Haddington fue sitiada por los ingleses, siendo los escoceses respaldados por sus eternos aliados de Francia los que sufrieron el asedio.

Haddington con St. Mary's al fondo. 
Por suerte poco tardó en salir el sol, por lo que pudimos ir sin complicaciones hasta los jardines amurallados de Amisfield. Son unos jardines creados en el siglo XVIII, tan grandes que la función de corta-vientos de los muros carece de eficacia. Nuestra área de excavación era el lugar de los antiguos invernaderos, que se habían utilizado para el cultivo de frutas tropicales como melones o las piñas. En el siglo XVIII escocés, una piña costaba literalmente su peso en oro y era frecuente el alquilarlas para las fiestas de alto postín como embellecedor de mesas y demostración de lujo. Los jardines con el tiempo han tenido multitud de usos, incluyendo el de cuartel en la Primera Guerra Mundial. Ahora se están intentando rehabilitar para la apertura al público. 
Parte del equipo trabajando en una de las zanjas.
Los dos días de excavación fueron muy productivos y descubrimos buena parte de la estructura de los edificios, de los sistemas de regadío y la disposición de plantas cultivadas. David Conolly resultó ser de lo más agradable y no cesó en darnos consejos y explicarnos cosas. Me puse de tierra hasta las cejas, pero aprendí muchísimo y me lo pasé de maravilla. 

Para la semana siguiente ArchSoc tenía preparada otra actividad doble. Esta vez se trataba de un taller y una excursión para ver arte rupestre. El arte rupestre en las islas se suele limitar a grabados en piedra y petroglifos, ya que hasta hace muy poco no se habían encontrado pinturas rupestres en Gran Bretaña. El taller estaba dirigido por la Doctora Tertia Barnett, especialista en petroglifos en el norte de África. Tuvimos acceso a partes restringidas del National Museum of Scotland, donde varios jefazos del centro nos mostraron rocas talladas que pudimos examinar y manejar (previa colocación de guantes de latex). Además se nos explicó parte de la historia del museo y de como habían llegado allí esas rocas.

Petroglifo en Roughting Lynn
La excursión la realizamos el sábado, cruzando la frontera a Inglaterra, a la región de Northumberland. Equipados con GPS anduvimos por montañas y bosques (lo digo en serio, casi me quedo atrapado en un bosque rodeado de ramas bajas) buscando rocas con grabados por toda la región. 

Caminando por Dodd Low
Por suerte pudimos disfrutar de un día fantástico en el que las inclemencias climáticas solo nos empezaron a molestar poco antes de emprender la vuelta a casa. Cada uno de nosotros teníamos asignadas rocas que habíamos estudiado previamente acudiendo a los archivos y que debíamos explicar a nuestros compañeros, así como guiarles hasta su posición en el paisaje. 

Estructura megalítica reconstruida con troncos como hubiesen estado hace miles de años.
Las rocas y sus grabados están expuestos a la naturaleza, sin ningún tipo de protección más allá de los líquenes que crecen en ellas. Se han intentado varios métodos de conservación, para protegerlos del vandalismo y los posibles accidentes naturales. También se ha intentado limpiarlas de líquenes y demás, pero al final solo conseguían estropearlos aún más, de modo que se decidió que si habían aguantado miles de años así, podían hacerlo otros tantos. No están anunciados con carteles de ningún tipo y solo gente realmente interesada va en su búsqueda (porque hay que encontrarlos, que algunos están realmente escondidos). 
Montones de corderos acababan de nacer con la llegada de la primavera. y  eran una constante en el paisaje.
La excursión fue agotadora pero mereció y mucho la pena. Tertia Barnett nos acompaño también y complementó la información y los dibujos que traíamos de las rocas. Además pudimos tomar el "lunch" en Dodd Low con una panorámica preciosa de los montes Cheviot. Una experiencia genial que invito a hacer a todo aquel que tenga la oportunidad.

En la cima de Chatton Park, donde tenía "mis rocas"
Como regalo especial, la doctora Barnett nos enseñó el que es considerado el mejor conjunto de petroglifos de Inglaterra y del que pocas personas conocen su localización. Resulta curioso porque en lugar de estar totalmente expuesto como el resto, se encuentra al cobijo de unos salientes rocosos, donde por desgracia se resguardan los ovejas de la lluvia y están desgastando el arte rupestre. Se encuentra en tierras privadas, por lo que el gobierno no puede forzar al propietario a proteger el lugar.

Multitud de grabados concéntricos se reparten por la roca. 
Termino la entrada comentando que me queda tan solo mes y medio en Escocia y que espero poder ver muchas cosas más. Si hay suerte os lo contaré por aquí. ¡Hasta pronto!


ArchSoc Rocks!


lunes, 8 de abril de 2013

Escapada Londinense

¡¡¡Hola!!!


Perdón por la espera, pero he tenido la recta final de trabajos y clases y no me ha quedado mucho tiempo para escribir. Voy a hacer un rápido repaso de mi escapada a Londres, que fue tan inesperada como gratificante. 

Todo empezó una lluviosa tarde en Escocia, cuando hablando con la asentada en Helsinki, Encarni, nos lamentábamos de la poca fortuna que tenían nuestras ciudades al no recibir conciertos de la gira de rock progresivo más importante del momento: The Flower Kings y Neal Morse con Mike Portnoy como invitado estaban tocando juntos y nosotros no les podríamos ver... ¿o sí? Londres era de repente una opción, ¿por qué no? Compramos las entradas, billetes de viaje y a la aventura.


Cuando menos te lo esperas estás caminando por las extravagantes calles de Camden, buscando la sala del concierto con una amiga a la que hace más de dos años que no ves. Pero ya veis, estas cosas pasan. Por todos es sabido que siento especial predilección por la capital inglesa y cualquier excusa es buena para visitar sus avenidas. La llegada a Camden Town nos dejó con los ánimos por las nubes: nada más salir de la estación de metro, las dos primeras personas con las que nos cruzamos fueron Tomas Bodin y Roine Stolt, teclista y guitarrista respectivamente de The Flower Kings. 

Tomas y Roine encantados de verme en Camden. 
Una vez localizada la sala y demás, nos dedicamos a hacer tiempo por la ciudad y mira tu por donde nos cruzamos con algo llamado British Museum y allí que entramos a recrearnos un poco con la historia y los expolios de los británicos. Nunca me cansaré de recorrer sus pasillos y de siempre encontrar algo "nuevo" Señores del museo británico, si leen esto quiero que sepan que la reina Victoria fue genial y que quiero un puesto de trabajo, gracias. 

Encarni y yo en el British.
De vuelta en Camden, entramos por fin en The Electric Ballroom, la sala donde íbamos a disfrutar del llamado "Prog Rock Royalty". Acompañados de un finlandés residente en Oxford que nos acompaño durante el evento, disfrutamos de un evento genial. Primero The Flower Kings con recién publicado "Banks of Eden" Demostraron en el escenario el porqué desde los 90 son una de las bandas referencia en el mundo progresivo, técnica impecable y buen gusto, nota a nota su música te embelesa. 

Neal Morse lo dio todo.
A continuación Neal Morse Band saltó a escena. Un grupo que Neal Morse reclutó a través de un casting en youtube y que  tuvo como consecuencia la incorporación de dos jóvenes y geniales guitarristas y un señor que charlando con él post-concierto nos confesó que era su primera gira como músico y que era autodidacta, pero que demostró ser más que capaz de tocar no solo los teclados sino también el saxofón y el violín. A ellos les acompañaba el bajista de  siempre de Neal, Dave LaRue y como invitado muy especial Mike Portnoy, el ex-batería de Dream Theater y al que yo considero uno de los cinco grandes de la historia del instrumento. Es difícil explicar lo que se vio en el escenario, puede que fuese la fe religiosa que tanto influye en la música y las letras de Morse, pero aquello fue energía pura, algo que solo el directo te puede dar. Increíble. Para terminar de poner la guinda a la noche, el concierto acabó con TODOS los músicos de las dos bandas en el escenario tocando una medley de algo más de media hora de Transatlantic, la banda que tienen en común Roine Stolt, Neal Morse y Mike Portnoy (junto a Pete Trewavas de Marillion). Para colmo apareció por allí nada menos que Steve Hackett, el legendario guitarrista de Genesis. El público estaba en éxtasis cuando acabó el recital. ¡Menos mal que fuimos a verles!

Nada menos que Steve Hackett apareció como invitado.

Encarni tuvo que marcharse al día siguiente a Helsinki, pero yo pude quedarme un par de días más gentileza de Alicia que me acogió en su humilde morada. Mientras Aly trabajaba en su nuevo hospital yo tuve tiempo de recorrer algunas de mis zonas favoritas de la ciudad y eso conlleva una obligatoria parada el National History Museum. Era mi museo favorito mucho antes de visitarlo por primera vez, gracias a un vhs que tengo desde que tengo memoria recorrí una y otra vez sus salas de paleontología mesozoica. Siempre soñé con poder visitarlo y a día de hoy sigue siendo uno de mis lugares favoritos de este nuestro planeta. 

Sir Richard Owen en el NHM de Londres
Solo hay una cosa que me ha enfadado las últimas veces que he lo he visitado y es que ahora preside la escalera principal una estatua de Charles Darwin y no la de sir Richard Owen, fundador del museo, inventor de la palabra "Dinosaurio" y la persona a la que yo me quería parecer de pequeño, pero bueno, ahora su estatua ha sido trasladada a un lugar más apartado, más íntimo donde tiene hasta ¡vistas a la calle! 

Harrods
Antes de pasarme a recoger a Aly me dio tiempo de darme un paseo por Harrods, donde al parece siempre es Navidad. Estas galerías son la definición de lujo y exclusividad, puedes encontrar de todo, desde la última tecnología en sistemas de sonido a un mini-submarino, pero lo que a mi más me gusta son sus galerías de comida donde puedes encontrar las mayores exquisiteces del planeta incluyendo como no el jamón de cinco jotas. 


Al día siguiente, decidimos visitar el mercado de Portobello road, que ninguno de los dos conocíamos. Y resultó ser un lugar totalmente de cuento, yo no podía evitar sentirme en la película de La Bruja Novata. 



El rastro de Madrid se queda muy pequeño al lado de esta calle que parece no acabar nunca llena de puestos y tiendas que como dice la canción se puede comprar y vender hasta el sol. Mapas antiguos, instrumentos de música, bates de cricket, cristalería victoriana y vinilos a montones. Actuaciones y música  sin parar que se mezclan con los olores de los puestos de comida exótica. Imposible verlo todo en un día. 
Actuación a los años 40 en Portobello Road
Si quieres paella en Londres, acércate a Portobello. 

Pasear por Londres es una gozada y más si el tiempo acompaña. La amenaza de lluvia siempre existe, pero no más de cuatro gotas nos cayeron en el largo camino que hicimos hasta el centro. Hyde Park, Oxford Street, Picadilly Circus, Covent Garden y la genial China Town, Londres siempre tiene algo nuevo que ofrecer.
Una garza posa majestuosa en Hyde Park
Tras pasar una noche más en casa de Alicia y Paquito (que ya no me odia, o al menos no tanto), me tocó volver a coger el autobús a Edimburgo, diez horas más en las que al menos pude pisar aunque fuese un momentito ciudades como Manchester, Leeds o Newcastle. Un viaje inesperado que mereció y mucho la pena.